Cuando el ADN olimpista llega al fútbol femenino
- Kuña Sports
- 30 ago 2022
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 7 nov 2022
En el fútbol masculino la historia del club Olimpia siempre se caracterizó por la cosecha de títulos, ya sean nacionales como internacionales. Pero en el fútbol femenino la historia era distinta, hasta que un día...

2 de junio de 2021, octava fecha del torneo Apertura y en Para Uno se jugaba por primera vez un superclásico de fútbol femenino. ¿El resultado? Un inobjetable 4-0 a favor de Cerro Porteño, gracias a una deslumbrante Amada Peralta, autora de los cuatro goles.
Ese fue el día, ese fue el partido, ese fue el marcador que lo cambió todo en el Olimpia. Los directivos no solo entendieron que había que empezar a invertir en el fútbol femenino sino que comenzaron a tomar decisiones relevantes. Había que contratar a alguien que entendiera mejor este mundo, que se hiciera cargo de la gerencia deportiva con conocimiento de causa. Y así fueron tras los pasos de Melissa Parada.
“Me había dicho el presidente (del departamento del fútbol femenino del club, José Lezcano) que mi presencia en Olimpia iba a ser para el 2022, pero pasaron quince días y me llamó de vuelta. ‘Te quiero este año’, me dijo. Y definimos cuál iba a ser el objetivo”, recuerda Meli, campeona de la histórica Copa Libertadores 2016 con el Sportivo Limpeño como asistente técnica y dirigente.
Así, seis meses antes de lo previsto, comenzaron a trabajar para hacer que Olimpia dejara de ser un equipo que estaba presente en todos los campeonatos -desde un histórico primer amistoso en 1980 en Para Uno-, pero que nunca llegaba a instancias finales. Por ello empezaron contratando jugadoras de jerarquía, como Dahiana Bogarín, Deisy Ojeda o Ramonita Mendoza. Sin embargo, los resultados no se vieron de inmediato. “No tuvimos el tiempo como para que ellas se puedan insertar en el equipo. Olimpia empezó a ser noticia por las incorporaciones, pero no pudimos ensamblar”, comenta Meli.

Pese a que en 2021 el plan no funcionó, la dirigencia decidió redoblar la apuesta en 2022 y Parada tuvo vía libre para contratar no solo más jugadoras de jerarquía sino también al cuerpo técnico que hizo historia en el fútbol femenino paraguayo en 2016.
Ariel Rivaldi, campeón continental con Limpeño, tomó el mando del plantel y se formó un equipo multidisciplinario con nutricionista, psicóloga, odontóloga, video analista y todo lo indispensable para estar en la élite del fútbol femenino y entrar a competir en calidad de candidatas.
“Ordenamos la casa, partimos de cero”, recuerda la gerente deportiva, para luego mencionar con orgullo que “somos el único equipo con una categoría Sub 14 y Sub 16 funcionando desde noviembre del año pasado”. De hecho, frente a los históricos títulos del Apertura y del Clausura ganados por el equipo de Primera, indica que “vale la pena mencionar” que la consagración de la Sub 14 en la Fase Nacional de la Liga de Desarrollo de la Conmebol “fue el primer título de Olimpia” en esta nueva etapa.
LA COLUMNA VERTEBRAL
Dentro del plan de volver a Olimpia un equipo competitivo, y con ya varios meses de trabajo en el club, estaba claro que a la cantera franjeada había que incorporar una “columna vertebral competitiva”. En esa misión se lanzaron Melissa Parada y el entrenador Ariel Rivaldi, quienes pusieron en carpeta nombres de jugadoras que eran no solo figuras en sus respectivos clubes sino que estaban muy identificadas con la casaca que defendían.

Una de ellas fue Amada Peralta. Sí, la mismísima goleadora que aguó la fiesta franjeada en aquel superclásico histórico en Para Uno.
“Mi venida a Olimpia fue sorpresiva, ni yo me esperé esto. Recibí una llamada, una propuesta y acepté. Me gustó el desafío, por eso acepté, y hoy puedo decir que estoy muy a gusto en el club”, confiesa la delantera minutos después de celebrar una temporada perfecta con su nuevo equipo. Algo que, a decir de ella misma, era el objetivo: “Vinimos el primer día (a entrenar) y esa fue la meta, ganar los dos títulos”.
En aquél Cerro Porteño que goleó en Para Uno también estaba Gloria Saleb, “la mejor arquera del fútbol nacional”, según resalta Parada, quien al hablar a modo general de los fichajes confiesa que le “tocó la tarea difícil de convencer a jugadoras tan identificadas con otro club importante de nuestro país de salir de su zona de confort”. “Fue complicado al principio, pero lo bueno de trabajar con estas jugadoras de mentalidad ganadora es que a ellas les convenció el proyecto, el desafío, el saber también que iban a ser valoradas como jugadoras, reconocidas por lo que están haciendo, profesionales”, destaca.
Y la propia Shishi Saleb, con quien habíamos conversado tras confirmarse su fichaje por el Olimpia, coincide con la directiva franjeada en que “fue muy difícil” tomar la decisión de cambiar de club. Igualmente, reconoce que aunque “cuando uno cambia de aire quiere lo mejor”, “la verdad, no esperaba” que los éxitos llegaran tan pronto. Pero, ¿y por qué el resultado fue inmediato? Por “la actitud y la garra que le ponen las chicas. Al principio no fue fácil, pero el grupo que formamos es muy fuerte y es la base de todo”, responde la arquera multicampeona nacional.
Algo que sostiene la capitana Ana Pereira, al destacar el trabajo de las jugadoras que ya estaban en el club para facilitar la adaptación: “Los profes decían que fue fundamental eso, porque era muy difícil. Imaginate que venían jugadoras que eran ídolas en sus equipos, capitanas. Y para acoplarse a nosotras… Súper bien, y creo que fue porque todas teníamos el mismo objetivo, la misma meta y nos enfocamos en eso”.
MAMÁ CAMPEONA
El éxito en el Apertura, en el que Olimpia conquistó el primer título de su historia ganando los 11 partidos que disputó, permitió a la gerencia deportiva seguir sumando refuerzos de jerarquía pensando ya en la primera participación en Copa Libertadores. Así llegaron “promesas jóvenes” como Erika Cartaman y Fio Martínez, pues la “idea” era “ver como funcionaba con este plantel de muchísima jerarquía, como ensamblaban en este Olimpia”, explica Parada.

Entre las experimentadas fueron contratadas Lorena Alonso y Paola Genes, quien hace apenas cinco meses se convirtió en madre y que, aunque no tenía planeado volver este año, no pudo resistirse a la oferta del Olimpia.
“Conozco al profe Rivaldi, al profe Neri (Rolando), a la profe Eda (Giménez) y a Meli. Ellos me llamaron. Y por el grupo, conociendo a mis compañeras, muchas de ellas con las que trabajé en otros clubes, me motivó realmente. La llamada del profe Rivaldi y de Meli me hizo muy bien, me puso muy feliz y dije sí”, confiesa la mamá de Gael.
Pero no solo esas llamadas y el proyecto convencieron a la defensora que aportó un gol en el partido que le dio a Olimpia los títulos de campeón del Clausura y del Absoluto. “Si no tenía el apoyo de mi familia iba a ser muy difícil”, reconoce. “La primera que siempre está es mamá, y ella me dijo 'sí, yo te voy a apoyar, no te preocupes'. Como también trabajo de mañana me cuesta mucho, no voy a mentir, pero estamos acá festejando un título más. Estoy demasiado feliz, no pudo ser más perfecto: volví, soy campeona, metí un gol y estoy muy emocionada, muy contenta porque el sacrificio valió la pena”, comenta.
De esta manera, Pao sumó al Olimpia -“un club grande”, como ella misma se apresura en resaltar- a su palmarés de títulos ganados en el fútbol paraguayo y que incluye a Cerro Porteño, Deportivo Capiatá y Libertad-Limpeño. Pero este tiene una dedicatoria y un agradecimiento más que especial para el pequeño Gael, “que se está sacrificando también conmigo”, indica. “Siempre se dice que la mamá tiene que estar, pero yo pienso así: hay mamás que trabajan todo el día y que ven solamente dos o cinco horas a sus hijos. Yo estoy mucho tiempo con él y eso también me hace más llevadero esto, porque él me recarga de energía. Cuando le veo no importa nada, no hay dolor y me siento feliz de tener un bebé sano, fuerte”, comenta con un brillo incomparable en los ojos.

OLIMPIA Y LA LIBERTADORES
Si bien la realidad de este club es distinta al hablar de fútbol masculino y femenino, hay una verdad que todos entienden cualquiera sea el deporte que se practique vistiendo la casaca franjeada. “Como la historia del Olimpia lo demanda”, afirma Melissa Parada, siempre se sale a ganar, mientras que la capitana Ana Paredes se muestra todavía más contundente: “Nosotras no queremos perder nada, nos vamos para campeonar, no a participar nomás. Nosotras queremos ganar todo este año”.
Por eso, a decir de Amada Peralta, “vamos a festejar un chiquitito y después ya metidas en la Copa Libertadores”. Tanto que hasta amistosos previos en Colombia disputarán. “Nunca pasó”, dice al respecto la ‘capi’ Ana, valorando el esfuerzo de la directiva para llevar al plantel a competir ante rivales de una de las mejores ligas femeninas del continente.
Conscientes de que “a nivel sudamericano hay otros países que son potencia, como Brasil, como Colombia”, Meli ya está viendo posibles refuerzos en busca de “representar al país de la mejor manera” y “por qué no, hacer historia y traer esa segunda Copa Libertadores a Paraguay”. “Sería realmente un sueño y con eso, después de eso, no sé qué objetivos nos plantearíamos”, acota con la sonrisa de quien -dejando en claro que “las jugadoras son las protagonistas de este presente”- vio sus objetivos cumplirse esta temporada.
SE CERRÓ EL CÍRCULO

Y si de objetivos cumplidos hablamos, cómo no mencionar de manera muy especial a Angélica Vázquez, quien entre idas y vueltas conquistando títulos con otros clubes, no lograba campeonar en Primera División con su amado Olimpia.
En 2007 había sido campeona en la entonces categoría Sub 18 y de aquel plantel es hoy la única sobreviviente, la única que vio cerrarse el círculo -y como responsable directa- del título que le faltaba al club. “Es una emoción demasiado grande salir campeón con el club de tus amores. Yo me identifiqué siempre con el Olimpia y es un sueño esto”, confiesa Angélica, al tiempo de asegurar que “hay demasiado sacrificio detrás de esto. La gente solamente ve lo bueno o lo malo, y nosotras día a día pasamos muchas cosas, nos bancamos muchísimas cosas”.
“Yo creo que este campeonato nos merecemos. Este año se merecen todas las chicas, el cuerpo técnico, la dirigencia… Todos nos merecemos, porque cada granito de arena que puso la compañera, cada uno, fue suficiente para salir gloriosas”, explica quien ya pasó “por muchos campeonatos” y guarda este como “uno de” sus “favoritos”, “uno de los mejores”.
“Tiene un sabor diferente” asegura Angélica. Y como no tenerlo, si además de haber sido histórico fue el que la vio a ella -habitual recambio en otros equipos- consolidada en el equipo titular, algo “muy difícil” de conseguir en un plantel como Olimpia que cuenta con 33 jugadoras y en el que “todas son muy buenas”.
Finalista de la primera edición de la Libertadores Femenina con UAA, en 2009, Angélica Vázquez se ilusiona con “ir en busca de la Copa” con el Olimpia. “Las chicas están emocionadas, yo estoy re emocionada. ¿Quién no quiere la Copa Libertadores?” pregunta.
Y sí, con tres copas conquistadas en una misma temporada, ¿quién le puede quitar a este equipo la ilusión de hacer de este 2022 todavía más histórico para el club Olimpia?

En 1980, en plena dictadura de Alfredo Stroessner, la entonces directiva presidida por Osvaldo Domínguez Dibb tuvo la iniciativa de poner en Para Uno un partido de fútbol femenino, en el entretiempo de un juego de la División de Honor masculina entre Olimpia y Guaraní.
Al día siguiente el entonces Consejo Nacional de Deportes, hoy Secretaría Nacional de Deportes, envió una nota "recordando" a ODD que por decreto del Poder Ejecutivo estaba prohibida "a las mujeres la práctica de los deportes incompatibles con las condiciones de su naturaleza".
42 años después, en ese mismo estadio, el club Olimpia levantó tres trofeos en una misma temporada. La historia y la igualdad de derechos se alinearon... para alegría de toda la afición franjeada.
Comments